Argentina cuenta con 30 fábricas de celulosa y papel en funcionamiento, de las cuáles 12 llevan acabo el mismo proceso que la finlandesa Botnia, que entraría próximamente en funcionamiento.
Encontramos nuestras pasteras en las provincias de: Jujuy, Tucumán, Santa Fe, Buenos Aires, Río Negro y Misiones. Las denuncias de contaminación son moneda corriente en Argentina, aunque con menos difusión pública que el caso Gualeguaychú-Fray Bentos.
Las más cuestionadas son
Las críticas por el uso de mecanismos contaminantes también alcanzan a
La situación de las pasteras argentinas ha tenido escasa repercusión pública en comparación con el conflicto con nuestros pares uruguayos. Mientras la situación en Fray Bentos alcanza protagonismo internacional, como con la intervención del representante español de las Naciones Unidas, los posibles problemas ambientales en nuestro país quedan relegados a segundo plano.
A pesar de las contraposiciones sociales, los negocios continúan: la empresa finlandesa Stora Enso estaría interesada en instalar plantas de tratamiento en Misiones y Corrientes, para lo cual ya comenzaron a realizar gestiones. Hasta ahora ninguna planta de celulosa ha dejado de funcionar, ni se tiene certeza absoluta de la contaminación que producen. Tal parece que resta mucho tiempo de reclamos e intereses encontrados.
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